Mario Moratalla. / El acuerdo de venta de la tercera compañía de seguridad privada del mercado español, con casi 8.000 trabajadores en nómina, ha sido impuesto por el pool bancario de Santander, Bankia y Caixabank.
El fondo estadounidense JZI ha aceptado vender Ombuds, la tercera compañía de seguridad privada de España, que se encuentra en estos momentos en graves problemas de liquidez después de que los bancos se hayan negado a prolongar el contrato de factoring mediante el cual adelantan a la compañía las facturas de los distintos clientes que tiene -como Carrefour, Iberdrola, Renfe o los ministerios de Cultura o Interior-, generando un derecho de cobro de estas facturas.
Este mismo lunes, fuentes financieras expresaban a OKDIARIO las dudas sobre el negocio de Ombuds y sobre el sector de la seguridad privada en general. Pero su colaboración es imprescindible para dar aire a la empresa y evitar el concurso de acreedores, que podría darse el viernes si no se llega a un acuerdo.
Mientras el grupo de seguridad pide liquidez a los bancos para poder pagar las nóminas de sus 8.000 empleados, un grupo industrial negocia un acuerdo con los representantes actuales de la propiedad de Ombuds, el citado fondo de largo plazo, que quiere vender su 75%, y el director general Rodrigo Cortina, que propone mantener su 25%, para traspasar la propiedad de la compañía.
Con esta operación, JZI abandonaría una empresa en la que lleva presente desde 2011 haciendo gala de su estrategia como fondo inversor de largo recorrido. Y lo haría impulsado por la necesidad de salvar a la compañía, dado que el ‘pool’ bancario que tiene el contrato de factoring con Ombuds -compuesto por Banco Santander, Bankia, Banco Popular y Caixabank- habría exigido su marcha.
Acuerdo de venta
Según fuentes del mercado, los bancos han exigido la marcha del fondo con sede en Nueva York para seguir dando liquidez al grupo, y el fondo ha tenido que aceptar estas condiciones ante el temor de que se prolongue durante más tiempo el impago de las nóminas.
Sin embargo, fuentes financieras señalan que no hay ninguna intención en dejar caer la empresa pero que la propia auditoría que ha realizado KPMG señala puntos dudosos. "Los bancos no queremos dejar caer a la empresa e intentamos todo hasta el final porque si no el que asume las pérdidas es el banco". Banco Santander es la entidad que más se riesgo tiene depositado en Ombuds al sumar el suyo propio con el de Banco Popular.
En el acuerdo de venta, también se negocia parte de la deuda que Ombuds tiene con Gedesco, una empresa de gestión de cobro propiedad de JZI. Miguel Rueda es presidente de Ombuds y también de Gedesco.
Según el Memorandum of Understanding (MoU) que ha firmado el grupo comprador con los propietarios de Ombuds, una de las exigencias que pide el grupo comprador es que Cortina, director general de la empresa y un directivo con décadas de experiencia en el sector de la seguridad privada, se mantenga en la misma al menos durante cinco años. De esta forma pretenden asegurarse la no competencia del directivo.
Saneamiento del grupo
El grupo Ombuds ha crecido mucho en los últimos años tras adquirir Castellana de Seguridad, S.A. (Casesa), una compra que se desveló en octubre de 2015. Ombuds dio un gran salto en facturación consiguiendo algunos de los contratos jugosos que por entonces tenía Casesa (clientes bancarios como Santander, BBVA o EVO Bank) o de gran consumo (Worten o Cortefiel), además de otros grandes como Repsol, Peugeot o Altadis, por citar sólo algunas compañías.
Sin embargo, la rentabilidad de gran parte de la cartera no era la que se dijo a Ombuds cuando Casesa fue adquirida, aseguran fuentes del mercado, y esto ha supuesto muchas pérdidas del margen de contribución, que son las pérdidas menos el coste variable que tiene una empresa.
Fuente: www.okdiario.com
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