LA VOZ DE GALICIA / Hay quien los lleva en el corazón; hay quien los valora cuando lo salvan de un aprieto y hay quien no los ve con tan buenos ojos (quizás porque todavía no los ha necesitado). Pese a que en algunas ocasiones no se estiman como se merecen, la mayoría de nuestros efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de la provincia de Lugo siguen siendo un ejemplo de profesionalidad y humanidad.
Prueba de todos estos atributos queda reflejado en este caso en uno de los últimos servicios realizados por la Policía Nacional, concretamente por dos agentes de la brigada provincial de seguridad ciudadana que, junto a personal de seguridad privada, se encargaron de entregar a una madre a su hijo sano y salvo tras haberse perdido en el parque de Frigsa.
Los hechos ocurrieron en la jornada del martes, cuando una persona alertaba a la sala 091 de que un niño de cinco años se había perdido en el parque de Frigsa, en Lugo. Se trataba del segundo caso ocurrido en tan solo un mes en la ciudad. Tras tener conocimiento de los hechos, un zeta se trasladó al parque para localizar al pequeño, que fue hallado sano y salvo a los pocos minutos y fue entregado a su madre. Aunque parezca un servicio muy simple, fue mucho más gratificante de lo que parece, tanto para los policías, como para la madre del niño.
Semanas antes, otro menor se perdía en la calle Obispo Aguirre y se refugiaba en una tienda de deportes. La dependienta llamó a la Comisaría para alertar de lo sucedido y a los minutos un zeta de la policía nacional se personaba en la zona. Tras las gestiones correspondientes, los agentes localizaron a su progenitora y le entregaron a su hijo. La satisfacción y el agradecimiento de estas dos madres de cara a los agentes, son dignas de ver.
Concienciar a los niños que en caso de pérdida o desorientación busquen un uniforme es algo clave. De esta forma, estará garantizada su protección y la entrega a sus progenitores.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
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