Los autobuses de Barcelona incorporan vigilantes de seguridad a bordo
El dispositivo tiene como objetivo prevenir hurtos y actos incívicos y velar por el cumplimiento de las medidas anticovid
Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha implantado esta semana un servicio privado de vigilantes uniformados a bordo de los autobuses para prevenir hurtos y actos incívicos y velar por el cumplimiento de las medidas anticovid en la red de buses.
Según ha informado la compañía pública de transportes, los vigilantes "actuarán selectivamente y de manera planificada en las líneas, zonas y franjas horarias en que sea más eficaz la prevención de hechos delictivos", y velarán por el cumplimiento de las normas de prevención de contagios de covid-19, "tales como la obligación de llevar bien puesta la mascarilla".
TMB ha indicado que los representantes de los trabajadores fueron informados el pasado viernes del inicio de la actuación de los vigilantes de seguridad privada a bordo, que amplía la que llevan a cabo en el Centro de Control de Seguridad de Bus.
Nuevo contrato de seguridad
Este servicio permanente de vigilancia privada a bordo de los autobuses es fruto del nuevo contrato de seguridad adjudicado en junio pasado a la empresa Securitas por un periodo de dos años.
El anterior contrato de seguridad del bus se ceñía a la protección y vigilancia de las cocheras y otras instalaciones fijas.
En las funciones de prevención de actividades delictivas, los vigilantes trabajarán en coordinación y colaboración con los Mossos y la Guardia Urbana, así como con el resto de policías locales de las poblaciones de la red de bus.
En la misma línea de refuerzo de la seguridad en la red de bus, desde julio pasado TMB está realizando una prueba piloto de videovigilancia en autobuses.
Cámaras
Los primeros en disponer de cámaras y videograbadores son 24 vehículos del centro operativo de negocio de Ponent, situado en L'Hospitalet de Llobregat, que dan servicio a líneas del sector Llobregat.
En cada vehículo se han instalado tres o cuatro cámaras, según el modelo, que registran constantemente el interior del compartimento de pasaje y cuya presencia está señalizada, como obliga la legislación de protección de datos.
TMB ha indicado que este sistema de "videovigilancia embarcada" está diseñado para que en un futuro sea capaz de transmitir las imágenes a distancia en tiempo real y se pueda extender a la totalidad de la flota en un plazo de varios años en función de la disponibilidad de recursos.
Según ha informado la compañía pública de transportes, los vigilantes "actuarán selectivamente y de manera planificada en las líneas, zonas y franjas horarias en que sea más eficaz la prevención de hechos delictivos", y velarán por el cumplimiento de las normas de prevención de contagios de covid-19, "tales como la obligación de llevar bien puesta la mascarilla".
TMB ha indicado que los representantes de los trabajadores fueron informados el pasado viernes del inicio de la actuación de los vigilantes de seguridad privada a bordo, que amplía la que llevan a cabo en el Centro de Control de Seguridad de Bus.
Nuevo contrato de seguridad
Este servicio permanente de vigilancia privada a bordo de los autobuses es fruto del nuevo contrato de seguridad adjudicado en junio pasado a la empresa Securitas por un periodo de dos años.
El anterior contrato de seguridad del bus se ceñía a la protección y vigilancia de las cocheras y otras instalaciones fijas.
En las funciones de prevención de actividades delictivas, los vigilantes trabajarán en coordinación y colaboración con los Mossos y la Guardia Urbana, así como con el resto de policías locales de las poblaciones de la red de bus.
En la misma línea de refuerzo de la seguridad en la red de bus, desde julio pasado TMB está realizando una prueba piloto de videovigilancia en autobuses.
Cámaras
Los primeros en disponer de cámaras y videograbadores son 24 vehículos del centro operativo de negocio de Ponent, situado en L'Hospitalet de Llobregat, que dan servicio a líneas del sector Llobregat.
En cada vehículo se han instalado tres o cuatro cámaras, según el modelo, que registran constantemente el interior del compartimento de pasaje y cuya presencia está señalizada, como obliga la legislación de protección de datos.
TMB ha indicado que este sistema de "videovigilancia embarcada" está diseñado para que en un futuro sea capaz de transmitir las imágenes a distancia en tiempo real y se pueda extender a la totalidad de la flota en un plazo de varios años en función de la disponibilidad de recursos.
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